Decidí postularme porque creo que en todos los niveles de gobierno, negocios y sociedad debemos respetar el tiempo y la atención de todas las personas.

En el gobierno, esto significa contar con funcionarios electos, reguladores designados y empleados públicos (como policías, maestros, inspectores de edificios y planificadores urbanos) que se presenten a trabajar todos los días intentando facilitar que las personas puedan vivir, trabajar, estudiar y desenvolverse en el mundo. Esto incluye simplificar los procesos, formularios y sitios web que utilizamos para enviar a nuestros hijos a la escuela, obtener una licencia de conducir, registrarnos para votar o pagar nuestros impuestos. También significa emplear diseños reflexivos, centrados en las personas y accesibles en nuestras calles, aceras, parques, edificios públicos e instituciones educativas.

Como legislador estatal, respetar el tiempo y la atención de todos significa escuchar a todas las personas a las que representas, sin importar su afiliación política —o la ausencia de ella—, el tiempo que hayan vivido en la comunidad, o sus características personales asociadas con los “-ismos” de la sociedad. Significa evaluar cuidadosamente cada tema y propuesta de legislación por sus propios méritos en lugar de limitarse a seguir instrucciones de los líderes de partido o la retórica partidista. Significa garantizar que las nuevas leyes estén redactadas con claridad para minimizar o evitar consecuencias no deseadas y que las leyes y regulaciones viejas se deroguen o sustituyan si no logran los resultados previstos o no responden a las necesidades de la sociedad actual y, más aún, de la sociedad del futuro.

Esto suele significar que no siempre tendré una receta de política pública predefinida para cada problema o situación. Sin embargo, sí significa que escucharé y aprenderé sobre nuevos desafíos con apertura y espíritu crítico. Luego, me haré algunas preguntas básicas: ¿Existe la oportunidad de mejorar nuestra calidad de vida en general como sociedad? ¿Hay escenarios potenciales de beneficio mutuo o, al menos, sin pérdidas? ¿Es la política, el proceso o la infraestructura actual lo mejor que podemos hacer dadas las circunstancias? Y finalmente, ¿es este un tema apropiado para que lo aborde una legislatura estatal (o debería remitirse a organizaciones sin fines de lucro, empresas, otro órgano de gobierno u otra institución)?

A la luz del clima político actual, en el que la división es avivada por influenciadores y líderes, y acelerada por empresas de redes sociales que buscan atención, quiero asegurarme de que la libertad de expresión esté protegida. Quiero garantizar que el derecho al voto en elecciones libres y justas siga siendo una piedra angular de la democracia estadounidense. Quiero asegurarme de que el Estado de Derecho siga siendo la ley del país, tanto en la letra como en la práctica.